Especialistas aseguran que COVID-19 no frenará migración de centroamericanos al Norte
La pandemia del COVID-19 profundizará las condiciones de pobreza y violencia de los centroamericanos, por lo que las migraciones no se detendrán a pesar de los cierres de los puestos fronterizos oficiales. Así lo advierte Guillermo Acuña, especialista en migraciones del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo-UNA). Se calcula que, […]
La pandemia del COVID-19 profundizará las condiciones de pobreza y violencia de los centroamericanos, por lo que las migraciones no se detendrán a pesar de los cierres de los puestos fronterizos oficiales. Así lo advierte Guillermo Acuña, especialista en migraciones del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo-UNA).
Se calcula que, anualmente, un total de 400 mil personas intentan cruzar la frontera de los Estados Unidos en busca de un futuro económico y social más seguro. La mayor parte son personas centroamericanas de países del llamado triángulo norte (El Salvador, Guatemala y Honduras).
Según Acuña, las fronteras de los países centroamericanos, así como México y Estados Unidos son muy porosas, lo cual permite el paso de migrantes por múltiples puntos ciegos, de manera ilegal. Sin embargo, es en estos puntos donde peligra la vida de los migrantes y sus familiares, pues la seguridad se ha intensificado, tanto por la policía migratoria como por el ejército de cada país.
El 2019 estuvo marcado por la salida de varias caravanas migrantes, que partieron de Hondura o El Salvador, y a lo largo del camino recogieron personas del resto de los países del triángulo norte. Ante las caravanas, Guatemala, México y Estados Unidos recrudecieron la seguridad en las fronteras para impedir el paso legal de los migrantes. Según datos del Instituto Nacional de Migración de México, para el 1 de enero de 2020 habían registrado 2.410 personas en los albergues para migrantes ubicados en México; muchas de estas personas están a la espera de una cita en las cortes de migración estadounidenses para exponer sus casos y tratar de ingresar como refugiados a este país.
El virus COVID-19 provocó el cierre de dichas cortes estadounidenses, por lo que los juicios quedaron suspendidos y las citas para migrantes fueron congeladas hasta nuevo aviso, por lo que los migrantes deben continuar esperando en condiciones sociales y de salud muy vulnerables.
A pesar de los cierres de fronterizos mundiales tras la pandemia, un grupo de expertos de distintas áreas se reunieron en el seminario virtual COVID-19 Opciones iberoamericanas en seguridad nacional: ¿Control y/o cooperación de fronteras?, para discutir las opciones en seguridad nacional, control y cooperación de fronteras.
Algunos de los panelistas coincidieron en que, si bien el tránsito de personas se debe limitar al mínimo, paralelamente deberían existir acuerdos multilaterales para idear protocolos de cooperación e intercambio de experiencias en situaciones como esta. El foro fue organizado por la Red de Investigación Latinoamericana, con el respaldo del Colegio de la Frontera Norte de Tijuana, México y la Universidad Internacional de Valencia (Viu), España y la Sede Regional Chorotega, Campus Nicoya de la Universidad Nacional (UNA).
Luis Bitencourt, consultor empresarial de Brasil, comentó que en este tipo de cierres los gobernantes deberían ser precavidos en aquellos pasos fronterizos donde la mayoría de personas que conviven de un lado y de otros son familias, ya que la cooperación es más importante que los bloqueos en ese tipo de zona fronteriza por su naturaleza social. Los organismos internacionales deberían idear protocolos de cooperación e intercambio y experiencias, porque si bien el aislamiento es bueno, ante el avance de la pandemia se requiere más acción multi y bilateral para compartir.
Con relación al abordaje de la pandemia en Nicaragua, Aurora Hernández, directora Académica del Campus Nicoya de la UNA, y representante de Costa Rica en el foro virtual, expresó que los límites no son contenedores; es decir, que las zonas fronterizas se han tratado como canales de comunicación de cooperación y coordinación, pero también son formas de cerrar el Estado. Sin embargo, enfatizó, las pandemias no respetan los límites internacionales.
En esta coyuntura y en el marco del Ideario Nacional del Bicentenario coordinado por la Universidad Nacional (UNA), el Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo-UNA) impartió el taller virtual Migraciones y movilidad en Costa Rica: desafíos contemporáneos, el martes 14 de abril, por la plataforma Zoom. Los especialistas de la academia, organizaciones internacionales, entidades no gubernamentales y representantes de migrantes, concluyeron que es imperante ajustar el marco normativo de las movilidades en Costa Rica para dar respuesta a los flujos de migraciones actuales, ya que tienen nuevas lógicas y características.
Jenyel Contreras, académica de la UCR, exaltó la importancia de reflexionar sobre los nuevos retos que implican las movilidades que atraviesan el país, pues es un fenómeno multifactorial que requiere atención desde todas las instituciones presentes en el taller virtual, más aún en la coyuntura actual de COVID-19.
En el taller se discutieron las políticas públicas actuales. Los especialistas coinciden con Guillermo Acuña, académico del Idespo, quien considera necesario precisar las nuevas características y realidades de los migrantes para poder atender sus necesidades desde las diversas instituciones y organizaciones que trabajan en el país.
Los participantes analizaron la necesidad de continuar estudiando este fenómeno y construir más conocimiento sobre este tema dado que las nuevas migraciones están vinculadas con dimensiones económicas, ambientales, políticas y en la actualidad a contingencias sanitarias como la de la pandemia del coronavirus, por esta razón son muy complejas y requieren atención interinstitucional.