Tom Stilwell
(CRHoy.com) – ¿Por qué algunas personas se salvan de caídas inauditas?
¿Qué tienen ellas de especial o de extraño?
Desde el piso 15
¡Caer del piso número 15 y no matarse! Le ocurrió al joven británico de 20 años, Tom Stilwell.
Vivía en el piso 14 de un edificio en Auckand, Nueva Zelanda, y cuando llegó de madrugada, un poco pasado de tragos, no tenía las llaves para entrar.
Entonces le pidió a su vecina del piso 15, Geraldine Bautista, que le dejara saltar desde el balcón de este al del suyo y listo.
Pero algo sucedió cuando Tom trataba de descolgarse de balcón a balcón y…
Lo encontraron abajo algo roto y adolorido por dentro y sin que se pudiera acordar de lo que había ocurrido, pero “bien”, dijo la policía.
Según algunas versiones, lo salvó el techo de un local vecino contra el que pegó y amortiguó el golpe.
Las malas lenguas creen que el hecho de haber estado algo tomado y, por lo tanto, algo “relajado”, merece también algún crédito en la buena suerte del susodicho.
Alcides Moreno
Desde el piso 47
Todavía peor, o mejor, lo que le ocurrió en 2007 a un limpiador de ventanas de los rascacielos de Nueva York.
Alcides Moreno se precipitó desde el piso 47 cuando los cables que sostenían la plataforma sobre la cual trabajaba al lado de su hermano se reventaron.
Nadie lo podía creer. Empezando por el propio Alcides quien lamentó la suerte de su hermano que no pudo sobrevivir al impacto.
Tratando de encontrar explicación a lo de Alcides, los médicos atribuyen su buena fortuna al hecho de que su cabeza no sufrió heridas ni daños de importancia.
Vesna Vulovic
Desde un avión
Esto sí rompe todas las marcas de la buena suerte.
Le ocurrió en 1972 a la auxiliar de vuelo Vesna Vulovic cuando, en el instante de servir la comida en pleno vuelo entre Copenhague y Belgrado, una bomba oculta en el equipaje explotó y el avión DC-9 se partió en 2.
Se precipitó directamente al suelo desde una altura de 10.160 metros.
Nadie, salvo ella, sobrevivió.
Vesna sufrió múltiples fracturas y lesiones. Quedó inconsciente alrededor de 3 días. Tuvo la suerte de que un vecino de la localidad de Srbská Kamenice, adonde cayó, la observó en medio del fuselaje destruido y por su experiencia como enfermero la asistió.
Él la tapó con un abrigo y le abrió las vías respiratorias mientras llegaban los equipos de salvamento.
Tras despertar, lo primero que Vesna dijo fue ¿Puedo fumar un cigarrillo?. Un año después estaba totalmente recuperada.
Según los expertos, estas y otras personas se salvan dependiendo de cómo caigan, adónde y qué tipo de condición física tengan.
Señalan que, irónicamente, tienden a salvarse las personas con instintos suicidas y las alcoholizadas.
Joey-Williams
Las primeras porque el sentirse en medio del vacío las libera y relaja, y en el de los pasaditos de tragos, porque ni se dan cuenta y caen bien “flojitos”.
Como si nada
En 2010, el niño Joey Williams cayó desde el piso 17 de un hotel de Miami y al día siguiente jugaba en su habitación como si nada.
Tras caer contra unas palmeras y rebotar, se precipitó en una piscina ubicada en el piso 10 de donde lo rescataron al instante.
Si era un niño ¿qué pasó? ¿por qué también sobrevivió? Bueno, las palmeras, el agua…
Aunque no pocos lo atribuyeron a un milagro de su “ángel de la guarda”.
Conclusión: para todo hay gente.
