Tica aceptada en el MIT buscará la cura a enfermedades por medio de la bioingeniería
Participó en varias investigaciones
María José Durán es la primera costarricense en ser aceptada para estudiar un doctorado en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT). Esta tica de 26 años busca abrirse camino en la industria de la bioingeniería con el deseo de mejorar la vida de las personas que sufren problemas inmunológicos.
Ella sueña con formar parte de investigaciones, editando células inmunes con el objetivo de que tengan más propiedades para que sean capaces de activarse y atacar enfermedades.
Durán tuvo que esforzarse para ganarse un campo en la prestigiosa universidad, desde que se enamoró de la carrera cuando estaba en el colegio.
Participó en varias competencias e hizo pasantías, incluso una investigación en cáncer, para adquirir conocimiento y darse a conocer en la industria, de esta manera crear un buen perfil para entrar a la prestigiosa universidad.
Ella recibió ofertas de varias escuelas: Stanford, UC Berkeley, Harvard, Universidad de California San Francisco y Universidad de Washington.
La primera universidad que me di cuenta fue Harvard y yo pensé que era un mensaje falso. No lo podía creer, jamás esperé que me fueran a aceptar. Cuando me llegó el mensaje, le pedí a mi jefe que por favor confirmara que me estaban aceptando, recordó Durán, en una entrevista por medio de videollamada con crhoy.com.
Lucha por sus sueños
Ella no hubiera logrado llegar al MIT si no hubiera pedido ayuda a otras personas.
Tocaba las puertas que fueran necesarias para poder llegar a lo que quería. También fue un aprendizaje para mí. Algo que mis amigos y familiares siempre dicen de mí, es que a mi no me da pena pedir ayuda, dijo.
Uno de los momentos que más le marcó en su vida fue su participación en iGEM, la competencia más grande biología sintética. Ella asistió junto con estudiantes del TEC, Universidad de Costa Rica (UCR) y Universidad Nacional (UNA).
En el evento trabajaron en un proyecto de ingeniería de un probiótico para eliminar un patógeno que se resiste a los antibióticos.
Durán vive en EEUU desde hace 4 años. Además de la tesis para el bachillerato en el TEC y el doctorado en el MIT, ella trabajó en una investigación en San Francisco, haciendo café sostenible con ayuda de la biología sintética.
Contar con el apoyo de su familia es indispensable para ella, especialmente cuando se encuentra fuera del país, lejos de sus seres queridos.
Fui excesivamente afortunada, porque siento que por el tipo de enseñanza que tuve, no creo que hubiera logrado a hacer esto si no fuera por el apoyo de mi familia, dijo.
No hay nada más importante que la esencia de la familia. Alguien que ha sido mi centro es mi abuelo. Él me llamaba NF, que significaba ‘Niña fenómeno'. Siempre me sentía demasiado libre de soñar; mi abuelo siempre me decía que tenía algo especial, expresó.
Creo que toda mi familia siempre me volvían a ver con una cara de orgullo, con esa felicidad de ver a uno siendo feliz, agregó.
Además de su abuelo, su hermana menor, con quien tiene 11 años de diferencia, ha sido su motor.
Mi hermana tiene 15 años y siempre fue mi asistente de baile. Yo estudiaba y ella, con 10 años, llegaba y me preguntaba si ya había almorzado y me daba comida, recordó, con lágrimas en su rostro y una mirada llena de amor hacia ella.
Quiso ser doctora
La joven comentó que siempre quiso ser doctora; sin embargo, se desmayaba cuando veía a otras personas sufrir por algún tipo de dolor.
Ella se enamoró de la biotecnología cuando fue a la feria vocacional del Tecnológico de Costa Rica (TEC). Durán no mostraba interés en los puestos de diferentes carreras que ofrecía la universidad, pero cuando le avisaron que se iba a realizar una gira a los laboratorios, decidió ir.
Fue como: ‘No sé cómo llegué aquí, pero esto es exactamente lo que quiero', describió la joven el momento en que se dio cuenta que encontró su pasión.
Después de graduarse del colegio, ingresó al TEC a estudiar el bachillerato en biotecnología.
Para obtener el título universitario al final de la carrera, realizó la tesis en Texas, Estados Unidos, sobre un proyecto en el que utilizó biología sintética en células animales. Mientras lo hacía, fue profesora de baile para poder financiarlo.
Tras graduarse de bachillerato, no cerró la puerta a más oportunidades de estudio.
Desde que ingresó en setiembre a estudiar biotecnología, la joven trata de sacar provecho las clases y otras herramientas y actividades que la universidad ofrece.
Llegué a punto en el que, para mí, las clases no son una obligación, sino un privilegio porque puedo estar en un salón de clases y puedo aprender, dijo.
Durán comentó que tiene clases todos los días e incluso, debe ir al laboratorio. Además, asiste a seminarios con profesores y estudiantes que están a punto de graduarse.
Inspiración para otros
La joven alentó a otras personas a que luchen por sus sueños u objetivos, aunque tengan miedo de los resultados.
El lograr algo no va a ser el momento en que dejen de tener miedo, sino cuando decidan actuar con temor, llegando a un punto de que deja de sentirlo. Ese miedo es normal, dijo.
Durán también mencionó que hay que creer en uno mismo para elevar el potencial y hacer las cosas que le apasionan.
Otro consejo es estar en contacto con ustedes mismos. La pasión debe venir desde adentro para llevarlos a exponenciar su potencial y que sea real, no que otras personas quieran de usted sino lo que a ustedes les llame porque no se trata de impresionar a otros, indicó Durán.
Ella invitó a las personas a seguirla en Instagram para que la puedan contactar en caso de que necesite apoyo.